En un mundo cada vez más secularizado y materialista, donde los individuos son valorados principalmente en función de su éxito económico y la cantidad de posesiones que tienen, se vuelve esencial el empoderamiento de líderes altruistas y empáticos dentro del escenario político, que trasciendan a su vez a un entorno social y laboral. Estos líderes deben poseer una vocación genuina de servir a los demás, demostrando un interés sincero en ayudar a otros a crecer sin expectativas ni exigencias a cambio.
El liderazgo espiritual, centrándonos en la esfera política, no implica imponer creencias religiosas, sino más bien inspirar un sentido más profundo de propósito, responsabilidad y conexión entre los individuos y sus comunidades. Un líder con un enfoque espiritual puede ser un faro de esperanza y estabilidad en tiempos de incertidumbre, brindando orientación moral y ética para la toma de decisiones en todos los niveles de gobierno.
Pero, ¿A quién podemos señalar como líder espiritual? A alguien que asume un rol disruptivo frente a lo políticamente correcto, a quien se toma el tiempo necesario para reflexionar y contemplar sobre los temas que le afectan humanamente y decide afrontarlo con determinación y sabiduría, sabiendo que sus acciones se basan en valores y/o principios de servicio al prójimo, generando indefectiblemente en un impacto positivo en la sociedad.
Dicho esto, en el contexto político actual, resulta fundamental reconocer la importancia del liderazgo espiritual. En un mundo donde las sociedades se enfrentan a desafíos cada vez más complejos y polarizantes, rompiendo los puentes del diálogo y el consenso esencial en pos del bien común de la comunidad y en mayor medida, de los más vulnerables de un país.
Es imperativo que los líderes políticos no solo se centren en la toma de decisiones basadas en datos y análisis, sino que tengan la capacidad de conectarse con algo más allá de lo material y tangible. Deben reconocer que hay algo más grande que ellos mismos, que trasciende el egoísmo y el interés propio. No corresponde pensar qué ideología es mejor que la otra, sino ser pragmáticos en elaborar estrategias para vencer al enemigo común de toda sociedad: la indiferencia humana, la pobreza mental, la delincuencia y la informalidad generalizada.
La espiritualidad no se limita a una religión específica, no podemos encasillarla en una sola. Es común que la mayoría interprete que la espiritualidad abarque diversas fuentes que le permitan ser la base o piedra angular para determinar el carácter en sus decisiones humanas.
Para convertirnos en líderes espirituales no hace falta invertir todo nuestro tiempo en meditaciones y reflexiones. Lo que importa es hallar un punto de equilibrio que nos facilite mantener la calma en momentos de crisis, y eso solo se logra cuando hay un balance adecuado entre nuestros valores internos y actos externos. En proverbios 23:7 nos da un acercamiento a lo profundo del ser, que dice: porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Bajo ese manto bíblico, inspirado por el rey Salomón en proverbios, cabe analizar nuestros valores internos, porque son aquellos pensamientos que permiten que nuestros actos salgan a flote.
Pregúntate: ¿Qué pensamientos dominan tu corazón? ¿Son pensamientos de bien o de mal?
Después de reflexionar sobre estas dos preguntas, es beneficioso que examines tu corazón e identifiques las acciones internas que te dominan. Esto te ayudará a comprender a qué te enfrentas y podrás reforzar tus acciones positivas y erradicar por completo las negativas. Recuerda, que somos inevitablemente el resultado de lo que pensamos.
En el mundo actual, donde la corrupción y la falta de empatía global va en aumento, es un desafío encontrar personas que posean una profunda riqueza interior capaz de irradiar e inspirar a otros a actuar con integridad y defender valores que fomenten el crecimiento personal. Sin embargo, esto no significa que alcanzar ese estado sea inalcanzable.
Permíteme compartir contigo unos pasajes bíblicos que considero fundamentales para que puedas evaluar el estado de la vasija que llevas dentro (tu corazón), y determinar si tu camino a convertirte en un líder espiritual va por la senda correcta.
“Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. Lo que uno dice con su boca proviene de lo que hay en el corazón”. Lucas 6:45 ntv.
Como vemos, las escrituras bíblicas nos revela que nuestras acciones están guiadas por el corazón. Debemos prestar atención a nuestro ser interior, ya que es el vínculo directo con nuestros pensamientos. Este vínculo, a su vez, inevitablemente determina nuestras acciones tanto en nuestra vida personal como en la política en general, por eso la relevancia del tema. Por ejemplo: Si quieres ganar dinero a través de actos de corrupción, tu interior está dominado por pensamientos negativos que conducen al mal. Eso, tarde o temprano, te llevará a la perdición. Te lo aseguro.
Otra reflexión profunda que todo líder espiritual debe conocer y encarnar en el desarrollo de su vida misma, es la que nos enseñó Jesús de Nazaret:
“Así que Jesús los reunió a todos y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de este mundo tratan a su pueblo con prepotencia y los funcionarios hacen alarde de su autoridad frente a los súbditos. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos”. Mateo 20:25-28 ntv.
Vista esta porción disruptiva de liderazgo, resulta de vital importancia preguntarse: ¿cómo nos gustaría que los demás nos recuerden el día de nuestra muerte?. Ese momento llegará de forma inexorable. Por lo tanto, desde ahora debemos cimentar las bases de un liderazgo espiritual que sea capaz de brindar al otro, lo mejor que llevamos dentro, convirtiéndose en el camino desafiante que pocos se atreven a recorrer.
Jesús de Nazareth también dijo:
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; “porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” Mateo 7: 13-14 ntv.
Bajo ese contexto, tengo que advertirte algo muy importante. Hacer lo correcto, es recorrer la puerta angosta, el camino difícil, pero es la puerta que te conduce a la salvación. Por tanto, mi consejo es que no sigas a las masas, porque sabemos que históricamente se equivocan y son quienes van por la puerta ancha, el camino fácil que conduce a la perdición.
Otro aspecto a considerar para un líder espiritual. No se vendan por algo que consideran que quieren. No vendan sus virtudes, ni sus valores, eso sería un error. Existe un escrito antiguo que dice: ¿Y si quisieras ganarte todo el mundo, pero perdieras tu alma?, ¿sería un intercambio de valor?, la respuesta es NO. Eso es lo que se llama un desastre del peor tipo.
Para concluir, me gustaría compartir contigo una reflexión muy conocida que refleja lo mencionado que, sin duda, dejará una impresión duradera en tu espíritu. Tu comprensión de esta reflexión puede influir en gran medida en tu futuro, ya sea como político, como empresario o trabajador, tanto en Perú como en cualquier otro lugar del mundo.
Existe una antigua historia que dice: JUDAS RECIBIÓ EL DINERO.
En aquellos días, 30 piezas de plata era una fortuna considerable. Alguien dirá, bueno, es la historia de un éxito, una fortuna considerable, pero no entienden. No se trata de la historia de un éxito; pese a que el dinero sí lo fue para Judas en un primer momento. El traidor Judas, recibió el dinero, ¿acaso eso no cambia la historia? Lo que es interesante, es que después que Judas tuviese su fortuna en la mano, fuera infeliz, ¿alguien dirá, cómo puede ser infeliz si tenía una fortuna? Pero, él no era infeliz por el dinero, él era infeliz en cuanto a, sí mismo.
Uno de los mayores tesoros que pueden llevarse hoy, a partir de este artículo de liderazgo, es saber que, la fuente más grande de infelicidad es la infelicidad con uno mismo.
No se trata de una infelicidad que se origina en el exterior, se trata de una infelicidad que proviene de adentro. Esa en la fuente más grande de infelicidad y es ahí donde comienza como una inocente infección, y a menos que no se asimile alguna disciplina para cambiar la situación, les aseguro que podría llevarlos a la peor traición, es decir, a vender sus virtudes y valores.
Judas dijo: Soy tan infeliz, ¿!Qué puedo hacer¡?, él se dijo: devolveré el dinero. Lo devolvió y le dijeron, ¿qué te pasa Judas? No queremos este dinero, tenemos lo que queríamos y tú obtuviste lo que querías y lo arrogaron a la calle. Y se dijo: ¿y ahora qué puedo hacer?, y se dijo: ahh claro, debí haber pensado eso antes, voy a tirar el dinero.
La historia dice que tiró su fortuna.
¿Y por qué una persona tiraría su fortuna?, porque era demasiado infeliz consigo mismo.
El dinero no significa nada si uno se vendió, si renunció a sus virtudes, sus principios y sus valores. Judas seguía sin poder borrar en quién se había convertido, aunque su fortuna habría desaparecido, y la historia dice que finalmente desesperado, se ahorcó.
Si Judas al día de hoy nos tratara de dar un consejo, seguramente diría: CUIDADO. Tengan cuidado en qué se convierten cuando persigan lo que quieren, tengan cuidado en no convertirse en poca cosa por establecer objetivos demasiado pequeños y tengan cuidado de no vender sus virtudes y valores por algo que piensan que es valioso. Esta enseñanza puede salvarte la vida.
En conclusión, revisa cuidadosamente que valores internos te dominan, si tienes que hacer ajustes, hazlos y renueva constantemente tu mente, porque cuando cambias el interior puedes cambiar completamente el exterior.
Finalmente, es necesario citar algunas ideas principales de cómo un líder espiritual es comandado es su accionar diario. Analiza cada una de estas ideas, y hazlas tuyas, para que seas en tu círculo de influencia, esa LUZ en medio de la oscuridad, esa oveja en medio de lobos, prudente como la serpiente, y sencillo como la paloma.
• Los líderes espirituales trabajan desde la agenda de Dios.
• La tarea del líder espiritual es mover a la gente del lugar donde estén al lugar donde Dios quiere que ellos estén.
• Los líderes espirituales dependen del Espíritu Santo.
• Los líderes espirituales son responsables ante Dios.
• Los líderes espirituales pueden influenciar a todas las personas, no solo al pueblo de Dios.
Para tu éxito,
Juan Chirinos.
"Dios es el que da, y también es el que quita."