Este clásico atemporal, elogiado por millones, proporciona los secretos para conservar tu dinero y hacer que dé frutos.
¿Qué lecciones financieras podría ofrecer un libro escrito hace casi 100 años a los ciudadanos e inversores de hoy?
Déjame contarte que este libro de George Clason explica los fundamentos del capital a través de historias muy simples. Además de ser un regalo extraordinario para los recién graduados o para cualquiera que se sienta perdido en el mundo de las finanzas, también es una lectura maravillosa y refrescante para inversores experimentados.
Tu futuro está ante ti. Para lograr tus metas y deseos, debes tener éxito en el ámbito financiero. Puedes implementar los principios financieros fundamentales que se encuentran en este resumen. Deja que estos principios universales e inmutables te alejen de los inconvenientes de la pobreza y te conduzcan a una vida plena y feliz con una cartera bien surtida, un saldo positivo en tu cuenta bancaria y un éxito económico gratificante.
Después de leer el resumen, compártelo con sus seres queridos para que puedan emprender su propio viaje hacia la riqueza, pasando de la esclavitud financiera a la libertad económica que todos anhelamos. ¡Recuerda que todo parte del conocimiento aplicado!
IDEAS FUERZAS DEL LIBRO:
El dinero marca nuestro éxito en la tierra.
El dinero nos permite disfrutar de lo mejor de nuestra existencia.
El dinero es abundante para quien conoce los medios para obtenerlo.
El dinero hoy se rige por las mismas leyes que se regía hace 6 mil años, cuando hombres prósperos se paseaban por las calles de Babilonia.
RESUMEN SIMPLIFICADO
Empieza a llenar tu bolsa.
Controla tus gastos.
Haz que tu oro fructifique.
Evita que tus tesoros se vayan perdiendo.
Haz que tu vivienda sea un inversión rentable.
Asegúrate unos ingresos para el futuro.
Aumenta tus habilidades para enriquecerte.
“La riqueza es como un árbol que crece de una minúscula semilla. La primera moneda que ahorres es la semilla de la cual crecerá tu árbol de la riqueza. Cuando antes la plantes, antes crecerá el árbol. Y, cuanto mas la abones y la riegues con nuevos ahorros, antes podrás disfrutar de su sombra”. George S. Clason.
“Nuestra prosperidad como nación depende de la prosperidad financiera de cada uno de nosotros como individuos”.Capítulo 1: El hombre que deseaba el oro.
El libro comienza con una charla entre dos amigos de la ciudad de Babilonia que crecieron juntos Bansir y Kobbi. Ellos, a pesar de trabajar muy duro, nunca han sido capaces de acumular riqueza. Y, por lo tanto, viven en su etapa adulta en la pobreza.
Este par de amigos deciden buscar el consejo de un tercer viejo amigo de la infancia que tuvo un comienzo similar al de ellos, dado que también crecieron juntos. Cuestionaron cómo se hizo tan rico si estudiaron con el mismo maestro, jugaban los mismos juegos y este amigo nunca se destacó en nada. También le cuestionaron que él no había trabajado más duro que ellos y, sin embargo, logró convertirse en el hombre más rico de Babilonia. Querían una respuesta implacable a este gran misterio.
Su amigo se llamaba Arkad.
Capítulo 2: El hombre más rico de Babilonia.
Cuando estos dos amigos buscan consejo de Arkad, le dicen que la suerte lo ha favorecido.
Sin embargo, Arkad insiste en que sus logros no se deben a la suerte. Explica que si otros no han podido acumular riqueza es porque no han aprendido los principios que conducen a la acumulación de riqueza, o quizás no han seguido estos principios lo suficientemente de cerca.
Arkad les cuenta que había observado que la riqueza potenciaba el poder de quienes la poseían, permitiéndoles amueblar sus casas, navegar por mares lejanos, disfrutar de manjares exquisitos, adquirir adornos de orfebres y joyeros, erigir templos magníficos y satisfacer los sentidos y el alma de múltiples maneras.
De esa forma, Arkad decidió descubrir cómo acumular una fortuna. Este fuerte deseo le llevó a un día, mientras trabajaba como escriba, atender al prestamista de oro Algamish. Con persuasión, logró convencerlo de que le revelara los secretos para alcanzar la riqueza.
Algamish impartió lecciones de gran valor, entre las cuales se destacan las siguientes:
Debes quedarte al menos con el 10% de todo el dinero que ganas. Hay que evitar que el dinero se vaya en gastos, para que puedas quedarte con una parte para ti mismo. Separa ese dinero primero, y después trata de vivir con lo que te queda, que es el 90%.
Debes poner a trabajar el dinero que ahorras para que este se multiplique. Los ahorros no sirven de nada si no los pones a trabajar. Tu dinero debe trabajar para ti. Hay que evitar invertir dinero en medios y personas que no saben lo que hacen, porque corres el riesgo de perderlo todo.
No te comas tus rendimientos antes de permitir que se multipliquen. Procura tener un ejército de monedas de oro que trabaje para ti antes de querer disfrutar de finos banquetes con tu dinero ahorrado.
En este capítulo se presentan dos lecciones clave adicionales, que también son de gran importancia:
Pedir ayuda y conocimiento a las personas que han adquirido riqueza es clave. Tal como Arkad le pidió ayuda al prestamista de oro Algamish.
“La oportunidad es una diosa arrogante que no malgasta el tiempo con los que no están preparados”. Si no estamos aprendiendo constantemente, no podremos ver las oportunidades que se nos presentan para generar riqueza.
Capítulo 3: Las siete maneras de llenar una bolsa vacía.
El rey SARGÓN de Babilonia deseaba que todos los habitantes de la ciudad aprendieran las leyes del oro, porque la gran mayoría vivía en la pobreza.
Al ver que Arkad era un hombre que construyó su fortuna desde cero, le pidió ayuda para enseñar a las personas lo que tenían que hacer para acumular riqueza.
El público se reunió a escuchar a Arkad en el Templo del Conocimiento del Rey para aprender los siete medios para llenar un saco de oro.
1. Primera manera: Empezad a llenar vuestra bolsa.
De las monedas que ganas con el esfuerzo de tu trabajo u oficio, debes quedarte al menos con una de cada diez. Es decir, debes quedarte con el 10% del dinero que ganas.
Sentirás mucha satisfacción al ver cómo tus ahorros van incrementando.
2. Segunda manera: Controlad vuestros gastos.
Los gastos que llamamos obligatorios siempre aumentan en proporción a nuestros ingresos si no tomamos medidas para evitarlo.
Al examinar cuidadosamente nuestros hábitos de estilo de vida, encontraremos que la mayoría de las necesidades que consideramos básicas pueden minimizarse o eliminarse, reduciendo en última instancia los gastos.
Es recomendable hacer una lista de tus mayores gastos, distinguiendo entre gastos obligatorios y aquellos que se pueden mantener dentro de los nueve décimos (90%) de nuestros ingresos. Recuerda no tocar la décima parte de tus ganancias. Para estos tiempos puedes abrir una cuenta personal en otro banco que no uses con regularidad. Ahi depositarás tu 10% de cada ingreso que percibes. Asegúrate no tener acceso fácil a ese ahorro de manera electrónica para evitar la tentación de su uso. LLeva un registro aparte para saber exactamente cuanta fortuna vienes acumulando.
“El presupuesto será vuestro primer instrumento en el control de los gastos de vuestra creciente fortuna”.
3. Tercera manera: Haced que vuestro oro fructifique.
Ahorrar el 10% de tus ganancias es sólo el comienzo. Debes poner a trabajar tu dinero ahorrado para que pueda multiplicarse con el tiempo, convirtiéndose en una fuente de riqueza que alimente constantemente tus arcas.
4. Cuarta manera: Proteged vuestros tesoros de cualquier pérdida.
Quienes tienen dinero a veces se ven tentados a invertir en cualquier proyecto "atractivo". Los amigos o familiares que invierten dinero a veces pueden influir en nosotros.
El primer principio de la inversión es proteger el capital.
No se deje llevar por el atractivo de la fortuna fácil.
Estudie detenidamente sus inversiones para evitar perder dinero.
Antes de prestarle dinero a alguien, asegúrese de que el prestatario pueda pagar lo que le prestó.
5. Quinta manera: Haced que vuestra propiedad sea una inversión rentable.
La quinta forma de llenar tus bolsillos es siendo dueño de tu propia casa.
6. Sexta manera: Asegurar unos ingresos para el futuro.
Debemos llenar nuestra bolsa para los momentos en los que aprender ya no es fácil (vejez). Un hombre que comprende las leyes de la riqueza debe considerar su futuro. Debe planificar ingresos o ahorrar dinero que le duren muchos años. De esta manera podrá tenerlo disponible cuando lo necesite y para protección de su familia.
7. Séptima manera: Aumentar vuestra habilidad para adquirir bienes.
Cuanto más conocimientos adquieras, más dinero ganarás. Un hombre que domine su oficio será recompensado abundantemente.
Los esfuerzos de los negocios prosperan y evolucionan a medida que las personas perspicaces se esfuerzan por mejorar para ser más valiosas.
“La séptima y última manera de hacer fortuna consiste en cultivar las facultades intelectuales, estudiar e instruirse, actuar respetándose a sí mismo”.
Capítulo 4: Encuentra a la diosa de la fortuna.
“La acción te conducirá hacia el éxito que deseas. A los hombres de acción les sonríe la buena fortuna”.
En esta sección del libro, Arkad analiza la importancia de estar preparados y tomar decisiones informadas cuando se enfrentan oportunidades.
La suerte favorece a quienes se preparan, actúan y son decididos.A veces surgen oportunidades generadoras de riqueza, pero el miedo al fracaso nos impide aprovecharlas. Otras veces, se nos presentan falsas oportunidades y caemos en ellas por nuestra incapacidad para controlar nuestros impulsos. El control de las emociones es fundamental.
Capítulo 5: Las cinco leyes del oro.
El oro está reservado para aquellos que comprenden y siguen las leyes del dinero.
Esta sección del libro narra la historia de Nomasir, el hijo de Arkad.
Arkad le comunicó a Nomasir que solo heredaría su fortuna si demostraba la habilidad de preservarla y hacerla crecer.
Decidido el hijo de Arkad, Nomasir se embarca en una aventura para crear riqueza por sí mismo. Tras perderlo todo al no seguir los consejos de su padre Arkad, recuerda las tablilla con las 5 reglas de oro que su padre le habia dado. Lo pone en práctica y logra recuperarlo y multiplicarlo.
Las tablillas de barro grabadas con las leyes del oro que le dio su padre, Arkad, le brindaron la sabiduría necesaria para revertir su situación y generar riquezas incalculables.
Las cinco leyes del oro son las siguientes:
1. El oro acude fácilmente y en grandes cantidades a quien reserva no menos de una décima parte de sus ganancias para crear un bien en previsión de su futuro y el de su familia.
2. El oro trabaja con diligencia y de forma rentable para el poseedor sabio que le encuentra un uso provechoso, multiplicándose incluso como los rebaños en los campos.
3. El oro permanece bajo la protección del poseedor prudente que lo invierte según los consejos de los sabios.
4. El oro escapa al hombre que invierte sin objetivo en empresas que no le son familiares o que no son aprobadas por aquellos que conocen la forma de utilizar el oro.
5. El oro huye del hombre que lo fuerza en ganancias imposibles, que sigue el seductor consejo de defraudadores y estafadores, o que seña de su propia inexperiencia y sus románticas intenciones de inversión.
Nomasir, al regresar con su padre después de su aventura, le dice que ha aprendido la importancia de la sabiduría.
“Sin sabiduría, aquellos que poseen oro lo pierden rápidamente, pero gracias a la sabiduría, aquellos que no tienen oro pueden conseguirlo”.
La sabiduría es más importante que el oro mismo.
Capítulo 6: El prestamista de oro de babilonia.
En este capítulo se cuenta la historia del fabricante de lanzas de Babilonia, Rodán.
Rodán, habiendo acumulado una gran suma de dinero en su poder, buscaba formas de multiplicarla y acudió a Maton, el prestamista.
Maton le aconsejó que, para ayudar a un amigo necesitado, era crucial protegerse para evitar que las responsabilidades ajenas se convirtieran en pérdidas personales de su oro.
Advirtió sobre el riesgo que representan aquellos que piden dinero con excesiva pasión.
Recordó a Rodán que su oro es el fruto de su trabajo y que nadie puede obligarlo a compartirlo si no lo desea.
Según Maton: “Ni el oro que duerme (guardado sin invertir), ni los riesgos, son buenos”.
Capítulo 7: Las murallas de Babilonia.
Este capítulo narra la historia de un ataque a la ciudad de Babilonia que, a pesar de semanas de asedio, nunca pudo traspasar sus defensas.
El autor pretende ilustrar que en el mundo actual, los seguros, las cuentas bancarias y las inversiones fiables sirven como muros protectores contra tragedias imprevistas. Por lo que, vivir sin la protección adecuada no es una opción.
Capítulo 8: El comerciante de camellos de Babilonia.
Esta sección cuenta la historia de un personaje llamado Dabasir que escapó de Babilonia porque debía mucho dinero, y terminó como esclavo en otra ciudad.
Al convivir con otros esclavos, él aseguraba que antes era un hombre libre, y que él no pertenecía a ese mundo de esclavitud. Sin embargo, alguien le dijo:
“¿Cómo puedes llamarte hombre libre cuando tu debilidad te ha llevado a esta situación?" Si un hombre tiene alma de esclavo, ¿no se convertirá en uno sin importar su cuna, tal como el agua busca su nivel? Si alguien tiene alma de hombre libre, ¿no se hará respetar y honrar en su ciudad, aunque no lo haya acompañado la suerte?”
Lo que trata de ilustrar esta frase es que, si dejas que los años pasen sin preocuparte y no haces un esfuerzo para pagar tus deudas, entonces tienes alma de esclavo. Porque estás trabajando para las personas o instituciones que te han prestado dinero debido a que tus ganancias van directo a sus arcas… trabajas para ellos.
Capítulo 9: Las tablillas de barro de Babilonia.
Dabasir redactó cinco tablillas que ilustraron su plan para salir de deudas y alcanzar la prosperidad. Las cinco tablillas, en resumen, decían lo siguiente:
Tablilla Nº 1.
Guarda la décima parte (10%) de lo que ganes. El hombre que guarda en su bolsa el oro que no necesita es bueno para con su familia y leal para su rey.
Gasta solo siete décimos (70%) de lo que ganes para comprar una casa, ropa, comida, y para otros gastos y placeres.
Tablilla Nº 2.
Utiliza dos décimos (20%) de lo que ganas para liquidar tus deudas.
Tablilla Nº 3.
Llega a un acuerdo con tus acreedores para que las dos décimas partes (20%) de lo que ganas se destinen a liquidar las deudas.
Tablilla Nº 4.
Tu acumulación de dinero te permitirá andar con la cabeza en alto, y también para mantener bien vestida y alimentada a tu esposa y a tu familia.
Tablilla Nº 5.
Al haber liquidado tus deudas, y al haber acumulado riquezas, te sentirás como un hombre libre y seguro.
Capítulo 10: El babilonio más favorecido por la suerte.
El último capítulo narra la historia de Sharru Nada y su socio Hadan Gula.
Sharru Nada narra esta historia a un joven de nombre Arad Gula que es nieto de su difunto socio, para demostrarle la importancia del trabajo a la hora de generar y acumular riqueza.
El trabajo es la base de la creación de ingresos que posteriormente se convertirán en riquezas (invirtiendo tus ahorros para después multiplicarlos).
Una recomendación final.
Adquiere este libro. Así como la biblia puede trascender tu vida al plano espiritual a través de tu relación con Dios, este libro puede marcar tu trascendencia económica en tu paso por esta tierra.
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Para tu éxito.
El hombre más rico de Babilonia.
Gracias Juan!!